Un artículo escrito por María José Rodrigo, directora del programa Educar en Positivo, en donde ahonda sobre la problemática de la ingesta de alcohol en la adolescencia, partiendo de la noticia conocida en los últimos días. Porque esta práctica se ha incrementado entre los adolescentes y jóvenes en la última década y se ha convertido en un problema de salud que preocupa en la sociedad actual. Sin duda vivimos en una sociedad muy permisiva que acepta como hecho natural que para divertirse haya que consumir algún tipo de alcohol. Incluso en las fiestas familiares además de consumir los adultos, se estimula su consumo en los jóvenes ofreciéndolo como parte del rito de entrada en el mundo adulto. Todo parece inocente porque como adultos, aunque vivamos en esta sociedad permisiva, hemos aprendido a controlarnos (al menos eso creemos) y a hacer un uso moderado del alcohol.
Una comunidad, con más de 700 seguidores en la isla de Tenerife, destinada tanto a las familias que les puede servir de guía de espacios a los que pueden acudir con sus hijas e hijas, así como a las empresas, instituciones públicas y entidades a las que acudimos habitualmente qu ese han adaptado a las necesidades de las familias. Presentamos una entrevista a una madres que ve la integración de su hija en la visa social y política como un derecho y una necesidad que ha motivado en la creación de una comunidad para trabajar conjuntamente por esta finalidad que se puede encontrar en el siguiente enlace No sin mi hija/o.
Uno de los elementos claves en el desarrollo evolutivo es hacerlo de manera plena, que los hijos e hijas puedan crecer y desarrollarse sintiendo bienestar, de forma saludable. No obstante, en la adolescencia comienzan a tener conductas que pueden ser peligrosas para su desarrollo, como el consumo de alcohol, fumar, etc. que puede perjudicar su salud. El papel de los padres y madres en este caso dónde estaría, permitir que explore, aconsejar que no lo haga o prohibir posibles conductas peligrosas que puede ser perjudiciales en ese momento o a la larga. Así, en e artículo que te presentamos a continuación, se hace una reflexión sobre dicha problemática.
El aprendizaje se hace cuando la información que se transmite es significativa para el alumnado, por eso es importante que sientan motivación y emoción, para que esos conocimientos se queden y no se pierdan, pues en ese aprendizaje no solo se transmiten los contenidos que los alumnos y alumnas deben aprender para aprobar el curso, sino a demás, los valores sociales y culturales que son propios de la sociedad y necesarios para que se desarrollen de manera plena.
Valores como la amistad, la comprensión, la tolerancia, la paciencia, la solidaridad y el respeto, son esenciales para un sano desarrollo de los niños.Un niño que conoce el límite del otro, podrá vivir una vida sana y saludable, sea en su entorno familiar o escolar. Un niño que sabe respetar a los demás, será más fácilmente respetado, y así con todo.
Crecer en un hogar sin violencia, cargado de amor y respeto es clave para la vida de los niños y las niñas. Les ayuda a crecer sanos y a convertirse en futuros ciudadanos adultos, responsables y comprometidos con la sociedad. El ejercicio de la parentalidad positiva se basa en los principios de atención, orientación, reconocimiento, potenciación y educación sin violencia. Ejercer la parentalidad positiva significa respetar los derechos de los niños y educarles sin recurrir al castigo físico.