¡Feliz año nuevo a nuestros padres y madres positivos!

Desde estas páginas aprovechamos para enviaros nuestros mejores deseos para el nuevo año. Esperamos que sea un año que nos permita avanzar firmemente hacia esa luz que ya se vislumbra al final del túnel. Al hilo de nuestros deseos os proponemos reflexionar sobre lo vivido en estos últimos meses desde una lectura positiva. Ya saben que las crisis, con todo el estrés, pesar y sufrimiento que conllevan, también nos ofrecen oportunidades para recargar nuestro depósito de capacidades resilientes. Así es que preguntémonos ¿qué hemos aprendido en este tiempo como familia y como sociedad que nos permita afrontar mejor lo que nos espera?

texto alternativoComo familia nos hemos visto expuestos a momentos muy duros en nuestras vidas. Confinamiento, enfermedad, fallecimiento de personas queridas, peligro o pérdida de empleo, conflictos larvados que se exacerban ante la obligada convivencia, malestar psicológico, miedo y estrés, entre otras adversidades. Sin embargo, aunque de modo no planificado, es en estas situaciones inesperadas donde se pone a prueba la unidad de la familia en la toma de decisiones ante tanta incertidumbre, la capacidad de reorganizarnos ante los cambios sobrevenidos que nos sacan de la rutina ya aprendida, la necesidad de expresar afecto y acompañarnos unos a otros en esos momentos de tristeza y desánimo. Como padres y madres positivos hemos aprendido a seguir llevando alegría a nuestros hijos e hijas y a proporcionarles esa nueva “normalidad” dentro del cambio continuo de circunstancias que tanta seguridad les reporta. También hemos aprendido a saber mirar por nuestros mayores y a ponerlos en el foco de nuestras preocupaciones en estas circunstancias, ya estuvieran con nosotros, en sus propias viviendas o en residencias para cuidarlos; a echarlos de menos, acompañarlos a distancia y pasar el duelo cuando se nos han ido en situaciones más dolorosas que nunca.

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